Córdoba tiene uno de los índices más bajos de menores extraviados del país, pero esto se debe a que no existe un lugar único donde se reciban las denuncias. También se busca hacer un seguimiento local.
Desde el bloque Río Cuarto para Todos, la concejala Graciela Saracho está impulsando un proyecto de resolución para recomendar a la Legislatura de la Provincia que cree un registro de niños extraviados. “Este proyecto nace de lo que uno ve en los medios, cada vez hay más chicos perdidos y uno quiere saber qué pasa con ellos, muchos de estos casos están vinculados a la trata de personas y a la pronografía infantil”, sostuvo Saracho.
Actualmente Córdoba tiene uno de los más bajos índices de menores perdidos del país, con 36 denuncias contra, por ejemplo, 1.095 que tiene Santa Fe. Del mismo modo, la provincia vecina concentra junto a Buenos Aires el 85,81% de todos los chicos anotados en el país, Córdoba sólo el 1,13%. Ésto se debe a que no existe un lugar único donde se reciban los casos como sí sucede en las otras provincias.
El 11 de junio de 2003, se sancionó la Ley Nº 25.746, a través de la cual se creó el Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas. Según los fundamentos del proyecto de Saracho, éste “es el mejor medio para lograr un conocimiento cabal de la realidad de los niños extraviados, sustraídos o abandonados, permitiendo contar con una base de datos nacional que centralice, organice y concilie la información que, fragmentada y parcializada, poseen los juzgados, los organismos asistenciales de minoridad, las fuerzas de seguridad y las Organizaciones No Gubernamentales”.
Este proyecto de resolución establece que para que funcione el registro, las fuerzas de seguridad y los ámbitos judiciales deben comunicar inmediatamente cuando se denuncia el extravío de una persona menor de edad. “Queremos que la gente se responsabilice con la idea y que todos sepan de la existencia del registro”, sostuvo la concejala de Río Cuarto para Todos.
Registro en nuestra ciudad
La propuesta no sólo está destinada a ser tratada desde un ámbito provincial, también se está preparando un registro similar para Río Cuarto. En 2003 fue sancionada la ordenanza 1391/03 que planteaba la creación del programa “Alerta Niño” con el objetivo de registrar los menores desaparecidos de la ciudad y el acompañar, asesorar y contener a las familias del pequeño durante las búsquedas.
Esta ordenanza establece un modo de operar que incluye a la Policía de la Provincia, a Defensa Civil y otras organizaciones que se encargarían de la búsqueda de los niños y la difusión de los casos, con consideraciones similares a las de las leyes de Córdoba (ver recuadro). Aquella ordenanza se sancionó con objetivos semejantes a los que se plantean en la actualidad, pero no se cumple y quedó en el olvido.
Quieren crear un registro de los niños perdidos en la provincia
Etiquetas: LOCALAbuelas Plaza de Mayo identifican 2 hijos de desaparecidos
BUENOS AIRES (AP) - Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron que identificaron a dos hijos de desaparecidos durante la dictadura militar, lo que elevó a 95 los nietos recuperados por esa organización.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, indicó el miércoles en rueda de prensa que los nietos hallados son Laura Catalina, de 31 años, y Federico, de 30, hijos de dos parejas que desaparecieron en 1977 y que fueron criados por sus apropiadores.
Laura es hija de Raúl De Sanctis y Myriam Ovando, que eran militantes de la guerrilla del Ejército Revolucionario del Pueblo y fueron secuestrados en la provincia de Buenos Aires en abril de 1977.
Ovando se encontraba embarazada de seis meses al momento del secuestro y fue vista por otros detenidos en la prisión clandestina que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), en la ciudad de Buenos Aires, donde en julio de ese año dio a luz a una niña.
Según el testimonio que los padres de Ovando dieron años atrás a la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, durante su cautiverio la mujer logró enviarles una carta en las que les decía que había dado a luz a una niña, a la que había bautizado Laura Catalina, que les sería entregada por los militares. Sin embargo, la familia Ovando nunca supo más nada de su hija, su nieta ni su yerno.
Federico, en tanto, es hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola, estudiantes de abogacía y militantes de la organización armada Montoneros secuestrados en octubre de 1977 en la ciudad de Mar del Plata, al sur de la provincia de Buenos Aires.
La mujer se encontraba embarazada de cinco meses y luego de permanecer detenida en la Base Naval de Buzos Tácticos de esa ciudad costera, fue llevada a la ESMA, donde en febrero de 1978 tuvo un varón al que llamó Federico. Nuca se supo más de él ni de su padre.
El cadáver de Pereyra fue encontrado en 1985 en el cementerio de Mar del Plata.
En declaraciones a Radio Continental unas horas antes del anuncio, Carlotto explicó que las tomas de muestras para realizar los análisis genéticos que confirmaron la filiación biológica de los jóvenes fueron realizadas por orden judicial, ante la negativa de los mismos a someterse a un análisis.
"Cuando los chicos, estos hombres y mujeres hoy, nuestros nietos, tienen una apropiación muy fuerte, a veces se niegan a querer saber. La justicia está recurriendo en los últimos tiempos a una metodología legal que es la obtención de muestras de ADN a través de su ropa, sus objetos personales", dijo Carlotto.
"Con el tiempo van incorporando, van sabiendo, van sumando y van poniendo cada cosa en su lugar y hasta le inician juicio a sus apropiadores", agregó.
Desde 1977 las Abuelas buscan a unos 500 niños nacidos en centros clandestinos de detención o secuestrados junto a sus padres.
Según los registros oficiales, unas 13.000 personas desaparecieron durante la dictadura de 1976 a 1983, pero los grupos de derechos humanos aseguran que esa cifra asciende a 30.000.
La justicia argentina investiga si existió un plan sistemático de robo y cambio de identidad de bebés, causa por la que han sido procesados y cumplen prisión preventiva varios ex jerarcas militares.