Las multas comenzarían desde los $3 mil y podrían llegar hasta los $15 mil. Además, se considerarían faltas graves el expendio de alcohol a menores y el incumplimiento reiterado del horario establecido
Con el regreso de las sesiones en el Concejo Deliberante, la concejala del bloque Río Cuarto para Todos, Graciela Saracho, presentó un proyecto que busca modificar las sanciones previstas en la ordenanza 436/97, para espectáculos públicos. Este proyecto, que según Saracho “era una materia pendiente”, adquirió ayer estado parlamentario para ser evaluado.
“Creemos que las sanciones existentes no cubren la necesidad real de un cambio. Muchas veces estos cambios están en la educación, en la persistencia, en el control y en el bolsillo de quien realiza la falta”, señaló la concejala. En esta modificación se plantea principalmente subir los costos de las multas ante el incumplimiento de la ordenanza.
Actualmente, la sanción mínima, ante un infracción en primera instancia, es de $1 mil, pero con la modificación pasaría a $3 mil. Del mismo modo, lo máximo establecido para una repetición de la falta es de $6 mil y con la modificación podría llegar a $15 mil ante numerosas reincidencias. Para esta modificación la unidad de multa que actualmente se basa en un equivalente al litro de nafta súper, pasará a un porcentaje de la categoría 11 de un empleado público.
El motivo principal por la suba de las multas está basado en la falta de resultados positivos con las saciones presentes. “Veíamos que muchas veces la multa no era significativa y el dueño del comercio prefería pagarla a ponerse en la complicación de modificar hábitos”, indicó Saracho y luego concluyó: “Ahora creemos que la van a pensar dos veces, la multa les va a doler”.
Nuevas faltas graves
Junto con las sanciones se restablecería qué faltas se consideran de gravedad. La concejala señala que “es muy importante la característica de la falta, no todas son iguales. Hay algunas que consideramos graves y por ello las especificamos”.
Las infracciones que pasan a contemplarse como graves, y que antes no lo eran, son: la inobservancia de las normas de seguridad, salubridad e higiene exigibles; el incumplimiento reiterado del horario permitido; el ingreso, permanencia o uso de elementos de pirotecnia sin la debida autorización; el expendio de bebidas alcohólicas a menores de 18 años; y la admisión de menores de edad no autorizados.
Estas nuevas consideraciones tienen que ver con que la capacidad de ocupación no es respetada, y según Saracho “muchos espacios están saturados”, y en cuanto a la venta de alcohol a menores “creemos que el consumo de alcohol genera en la sociedad aumento de violencia, falta de lucidez y raciocinio”, dice la concejala.
El rubro autorizado
Una de las preocupaciones presentadas días anteriores por organismos como Defensa Civil y Obras Privadas, es la utilización de los locales para actividades que no están autorizados. Esto se contempla en el proyecto y se consideraría como causa de revocación de la habilitación “modificar sin autorización de la autoridad de aplicación las condiciones edilicias y la actividad para la que fuera habilitada”, más la “realización de actividades no autorizadas para el rubro”.
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